
Supongo que lo único que va a poder contra tu furia, una vez más, es el tiempo.
Después decís que yo.
La única que queda, contra este tiempo sádico -que vos no me proponés, sino que se propone solo-, es aprender a olvidarte.
(Carrera de grado de siente años, con examen final obligatorio día por medio, en la que cada aplazo es una repitencia.)
Plastificación del alma y del cuerpo, si es que acaso fueran distintas cosas.
Estoy cansada de rogarte.
Acá sí que con esto no puedo.
(A veces, sí, las cosas pasan, aunque uno no las busca. Todos los capitanes deben lidiar con el viento.)
Así que, hacé lo que quieras, o lo que mejor te salga.
Como yo.
Y dentro de siete años vení a a contarme cómo te fue. Si querés.
Espero recordar esta vez que antes de ninguna otra cosa tengo que decirte que no.
(Quizás deba hacerme un tatuaje para no pasarlo por alto.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Contame qué te pareció...